La dificultad en la realización de un escandallo de un producto o servicio, que es la identificación de los costes que los forman, no se basa en su confección, se basa en comprender que por mucho beneficio que le calculemos a nuestro producto o servicio solo la venta de las unidades de ese producto, y por lo tanto su rotación, conseguirá que le ganemos dinero o no.
El riesgo está representado en el hecho ¡de que no se entienda esto!, y por lo tanto, lancemos nuestros productos al mercado a unos precios que difícilmente serán respetados por el cliente o por el consumidor.
Todo técnico o controller de costes se enfrenta a entender que no es exactamente el coste lo que va a decidir su éxito en el mercado, sino la rotación de los productos o servicios, aceptados con éxito por los mercados, lo que finalmente aportara margen para ganar dinero a la empresa que los lance.
Vamos a ver un ejemplo donde salimos calculando un beneficio objetivo:
¿Pero consideramos que esa ganancia está cubriendo todos los costes de producción?, ¡No! (de ahí que he utilizado solo los costes variables), además debe de cubrir los costes y las cargas de estructura. Por lo que el mismo ejemplo se desarrollará de esta otra forma.
Es por lo tanto una falacia lo que algunos nos cuentan sobre que al aplicar al producto el coste y su beneficio unitario correspondiente, se gane dinero. Una venta insuficiente de unidades devolverá con perdidas el negocio del producto o servicio vendido con el riesgo correspondiente que podemos ocasionar a nuestro negocio. Así que no entender esto con profundidad, conllevara un riesgo económico grave para la empresa.
Veamos como aplicando el ejemplo anterior a una cuenta de explotación del negocio se comprueban que los cálculos son correctos: